En el proyecto sobre periodismo ciudadano que estamos realizando para Alianza por la Solidaridad, organizamos las jornadas ‘Feminismos y antirracismos en los medios de comunicación’ (21 septiembre 2019). A partir de las intervenciones de Edith Espinola (SEDOAC), Moha Gerehou (periodista de El diario.es), Serigne Mbaye (Sindicato de Manteros) y Lucía Mbomío (periodista en RTVE) elaboramos este decálogo de recomendaciones para un tratamiento informativo antirracista.

1.- Las personas racializadas y migrantes, como todos los grupos humanos, son diversas y heterogéneas. Evita las caracterizaciones de trazo grueso y los estereotipos. Huye de marcos reduccionistas y de presentarlas como seres unidimensionales. Ser migrante, negra o trabajadora doméstica no es la única faceta que define a alguien como ser humano.

2.- Diversifica las fuentes y las protagonistas de la información: las personas racializadas pueden hablar de muchas más cosas que de las 2 o 3 cuestiones por las que salen ahora en los medios. Normaliza su presencia en los medios en todo tipo de temas y roles (como fuente, como expertas, como periodistas…).

3.- Está bien visibilizar pero evita caer en un enfoque que solo se centre en las primeras veces: la primera mujer negra científica, bombera, etc. Así parece que el que una persona racializada desempeñe determinadas funciones o tareas es algo excepcional y no habitual. Ten en cuenta, además, que la diversidad de procedencias no es un fenómeno reciente: las personas racializadas llevan en el Estado español desde hace mucho tiempo.

4.- Evita caer en el “pon una negra en tu mesa”, esto es, invitar a una persona racializada a participar en un reportaje o evento para cumplir la cuota, sin saber si es experta en ese tema o dedicándole un espacio ínfimo, simplemente para dar una “nota de color”.

5.- A la hora de hablar de agresiones y racismo, ten en cuenta que se trata de un fenómeno estructural, por lo que debes evitar tratarlos como sucesos aislados. Da seguimiento a los temas para poder abordarlos en toda su complejidad, no como algo puntual.

6.- Cambia el enfoque para hablar de la comunidad racializada. Más allá de la denuncia de agresiones y racismo, se puede hablar de victorias, del día a día, etc.

7.- Huye del sensacionalismo y de la búsqueda del clic en el tratamiento de las declaraciones machistas y racistas. No les des publicidad, desmiente bulos y no llames a las personas afectadas solo para que ofrezcan su versión de los hechos, como si se tratase de dos bandos equivalentes.

8.- Cuida a las personas racializadas que aparecen en los medios. Está genial llamarles para intervenir y participar, pero hay que ser conscientes de la violencia a la que se les expone al participar en un espacio público, una violencia que puede desanimar a mucha gente. Piensa cómo protegerles de ataques online, envíales el texto o el guión antes de publicarlo para que puedan revisar sus palabras y evitar que se saquen las cosas fuera de contexto.

 

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