En marzo finalizó un proyecto que nos ha tenido ocupadas desde hace casi un año: la Escuela de Portavocía “Mi Voz, Nuestros Derechos” con personas en situación de sinhogarismo. Es una iniciativa que hemos desarrollado para Hogar Sí y Provivienda junto con nuestra cooperativa hermana Freepress. Estamos muy orgullosas de los resultados.

La Escuela ha consistido en once sesiones teórico-prácticas donde hemos practicado distintas competencias comunicativas y ha finalizado con un encuentro con periodistas en el espacio Ecooo, conducido íntegramente por las personas que han participado en la Escuela. Impresionante se queda corto. Al encuentro vinieron periodistas de distintos medios (20 minutos, EFE, El Salto, El Confidencial, Radio Almenara e Infolibre) que valoraron muy positivamente el formato y el contenido, y elaboraron piezas tan estupendas como ésta.

Ahora que hemos cerrado el proyecto, nos gustaría compartir algunas claves de la metodología que hemos diseñado:

Concepción integral de las competencias comunicativas. Hemos puesto la atención a la comunicación verbal (claridad en la exposición, volumen e intensidad de la voz, fluidez en la narración, armonía en la dicción y acentuación) y en la no verbal (expresión facial, mirada, gestos, posición y movimiento del cuerpo…). Pero también en el contenido y en el relato de lo que contamos, para poder hablar desde un discurso crítico y de derechos. Y cómo no, hemos incluido como habilidad comunicativa el compañerismo, la capacidad de escucha y de empatía con el resto de compañeras/os y de trabajar en equipo.

Prácticas comunicativas motivadoras y secuenciales. En cada sesión se han practicado las distintas competencias comunicativas aprendidas. Esto ha generado mucha confianza, porque se han podido ver a sí mismos/as argumentando, hablando tranquilamente, improvisando.

Empoderamiento, discurso crítico y sólido. De forma transversal hemos ido construyendo un argumentario sobre el sinhogarismo a partir de sus experiencias, pero también con datos y cifras a nivel más macro.

Conocer referentes inspiradores. Han podido conocer a personas que toman la palabra en público y que no son famosas, así como a portavoces de luchas sociales diversas (en cuanto al género, la edad y el país de procedencia) con las que han podido interactuar e identificarse.

Trabajo en equipo y apoyo mutuo. Todas las dinámicas y prácticas comunicativas han tenido un enfoque participativo que ha permitido construir guiones en equipo, darse feedback unas a otras y generar un clima de trabajo que ya querríamos tener en muchos espacios.

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