El comienzo de la primera sesión fue un poco caótico y tardío, ya que a muchas de las participantes les costó encontrar la oficina (no está bien señalizada). Cuando por fin empezamos, hicimos una breve presentación del proyecto. Explicamos que el objetivo es hacer una radionovela sobre migración y trabajo doméstico partiendo de las experiencias vitales de las participantes, y que para ello haremos cuatro sesiones de guión, una al mes. Luego dedicaremos tres sesiones a la puesta en escena de la radionovela y a su grabación.

Tras presentarnos y contar por qué participamos en el proyecto, comenzamos con las dinámicas de escritura. En la primera, partimos del poema “Autobiografía” de la poeta Gloria Fuertes (Madrid, 1917 – 1998):

AUTOBIOGRAFÍA
Gloria Fuertes nació en Madrid
a los dos días de edad,
pues fue muy laborioso el parto de mi madre
que si se descuida muere por vivirme.
A los tres años ya sabía leer
y a los seis ya sabía mis labores.
Yo era buena y delgada,
alta y algo enferma.
A los nueve años me pilló un carro
y a los catorce me pilló la guerra;
A los quince se murió mi madre, se fue cuando más falta me hacía.
Aprendí a regatear en las tiendas
y a ir a los pueblos por zanahorias.
Por entonces empecé con los amores,
-no digo nombres-,
gracias a eso, pude sobrellevar
mi juventud de barrio.
Quise ir a la guerra, para pararla,
pero me detuvieron a mitad del camino.
Luego me salió una oficina,
donde trabajo como si fuera tonta,
-pero Dios y el botones saben que no lo soy-.
Escribo por las noches
y voy al campo mucho.
Todos los míos han muerto hace años
y estoy más sola que yo misma.
He publicado versos en todos los calendarios,
escribo en un periódico de niños,
y quiero comprarme a plazos una flor natural
como las que le dan a Pemán algunas veces.

La propuesta era que cada una escribiésemos nuestra propia autobiografía en verso, inspirándonos en el poema de Fuertes. Tras unos minutos de trabajo individual, quien quiso compartió lo que había escrito. Los resultados fueron muy hermosos, se consiguieron improvisar versos muy bellos y evocadores, pero también con mucho humor. Hubo quienes se centraron más en su nacimiento e infancia y quienes hablaron de otros momentos de su vida, de su llegada a Madrid, etc. Esta dinámica sirvió para romper el hielo y empezar a foguearnos con la escritura.

Me acuerdo…

Después, recurrimos a otro texto para inspirarnos: Me acuerdo, de Joe Brainard. Brainard (1942-1994) fue un escritor y pintor estadounidense. En sus conocidas memorias, va yuxtaponiendo recuerdos con la característica de que todas las frases empiezan por un “Me acuerdo…”. Habla de cosas aparentemente banales junto con otras de mayor profundidad (por ejemplo, lo que suponía ser homosexual en los años 50 en EEUU).

Uno de los efectos que provoca leer Me acuerdo son unas ganas tremendas de escribir y hacer nuestros propios “me acuerdo”. Y eso es lo que intentamos en la sesión. Pedimos al grupo que cada una organizase sus “me acuerdo” en las siguientes etapas:

  • Infancia
  • Cuándo decides migrar y qué expectativas tenías
  • El viaje: llegada a España
  • Los primeros tiempos
  • Ahora

Dedicamos un tiempo a escribir y luego llegó la hora de ponerlos en común. Fuimos por etapas y quien quería iba compartiendo sus recuerdos. Comenzamos por la infancia y poco a poco todo el mundo se fue animando, compartiendo recuerdos de juegos infantiles, objetos evocadores, lugares (la calle, el patio, el río…), canciones…

De ahí pasamos a rememorar el momento en el que se toma la decisión de migrar, en el que encontramos muchos elementos en común: la necesidad de encontrar dinero y trabajo, de dar un futuro a los hijos/as, la falta de oportunidades en el lugar de origen, la experiencia de perderlo todo… Vimos que había grandes diferencias entre quienes ya conocían a alguien en España (familiares, amistades), frente a quienes vinieron sin ninguna red; entre quienes viajaban con recursos y quienes no tenían nada. También hablamos de las expectativas que se tenían al migrar: desde quienes se pensaban que se iban a encontrar con el paraíso y con muchas facilidades, a quienes eran más escépticas o realistas.

El momento del viaje a España dio para muchas anécdotas, algunas muy divertidas pero muchas otras que hablaban del miedo a que en la frontera les hiciesen darse la vuelta, a los interrogatorios en la aduana. También salieron a relucir los trucos para no despertar sospechas en el aeropuerto y los estafadores que aparecen para tratar de aprovecharse de las situaciones de vulnerabilidad.

Rememoramos los primeros momentos en España, el choque con el lenguaje, la sensación de no entender cómo funcionaban las cosas o la búsqueda de otras latinas para ir tejiendo red.

Los recuerdos fueron tantos que no nos dio tiempo a compartirlos todos, por lo que nos guardamos para la siguiente sesión, en la que empezaremos a tejer historias.

Aquí puedes escuchar la relatoría sonora de la sesión:

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