Volvemos con el reto de mirarnos por dentro y enseñar el corazón. 

Cada año, las entidades del Mercado Social (MES) nos revisamos para marcarnos objetivos de equidad de género, sostenibilidad y democracia participativa a través de la auditoría o balance social. Es un momento de parar y mirarnos, reconocer nuestros logros y marcarnos nuevos retos. 

En 2019 sobrevivimos a una crisis de cuidados. En un equipo de nueve personas, cinco eran madres. Dos se incorporaban tras la baja de maternidad, una con un embarazo previo de riesgo. Y tres se enfrentaban emocional y materialmente al cuidado de familiares altamente dependientes. Todo a la vez.

Con sudores, conseguimos salvar el año y realizar muchos trabajos preciosos con mirada y práctica feminista. En este enlace puedes descargar el resumen visual completo de nuestro balance social de 2019, que desglosamos a continuación.

Somos parte del grupo cooperativo de segundo grado Tangente y desde el verano de 2019 nos mudamos a un coworking muy particular con las cooperativas Cyclos, Garúa y Biodiversia; trabajadoras freelance como la ilustradora Emma Gascó y el proyecto de crianza colectiva El Arenero. Por eso la intercooperación fue uno de los logros que escribimos con mayúsculas en nuestro balance social.

Pero, no lo vamos a negar, llegamos cansadas a 2020. Sintiéndonos privilegiadas por las facilidades que nos hemos dado para conciliar en tiempos de covid, pero también vulnerables en un mundo acelerado donde la productividad es incompatible con la vida.

¿El principal reto para 2020-21 que nos marcamos en el balance social de este año? Seguir buscar formas para cuidar de lxs nuestros y de nosotras en esta “nueva normalidad”  sin poner en riesgo la sostenibilidad de nuestra cooperativa. Ahí es ná.


Resumen del balance social 2019

Pin It on Pinterest